Siguiendo con el tema del post anterior, hoy vamos a intentar conocer un poco sobre estas bellas piedras naturales, muy diferentes pero ambas apreciadas y valoradas tanto en el sector de la Joyería como fuera de él :  La Turquesa y El Rubí.

 La Turquesa : Se piensa que su nombre se debe  a su relación con Turquía donde se comercializaba en la antigüedad. Este país servía de puerta a Europa para la entrada de productos que provenían de la Ruta de la Seda. Las turquesas han sido y son en la actualidad, piedras naturales muy apreciadas en artesanía y  joyería para la elaboración de todo tipo de piezas y joyas.

Su color es muy variado y depende de su lugar de extracción. Por ejemplo las turquesas que se extraen  en el Tibet  oriental , occidental  y  en los alrededores de Lhasa, son de un color azul verdoso, similares a las de Egipto. La turquesa persa sin embargo es de un  color azul intenso muy apreciado. Su dureza está entre 5 y 6 en la escala de Mohs. Es frágil y sensible a los perfumes y productos cosméticos.
La turquesa es conocida como un amuleto muy antiguo para la protección de la persona: protege del mal de ojo y de las energías negativas. Es una piedra muy personal. Nos ayuda a purificar nuestra mente y nuestro cuerpo al mismo tiempo que favorece la alegría, la paz interior y el equilibrio personal.
El Rubí : Desde joyería M Seoane vamos a comentaros  algunas curiosidades sobre esta preciosa gema tan apreciada en el mundo de las joyas: por ejemplo, que es la piedra más dura después del diamante, 9 en la escala de Mohs; y también que según su belleza los rubís pueden ser más valiosos que  un diamante, debido a su escasez. Otro dato interesante es que al color de rubí más preciado se le conoce por “sangre de pichón” por su rojo intenso. Son piedras naturales preciosas muy valoradas y admiradas en su aplicación para la elaboración de piezas que son verdaderas obras de arte en joyería.  

collar turquesas-m seoaneAnillo Rubí y diamantes- m seoane

 
Estas gemas naturales se encuentran en Birmania, Tailandia, Ceilán y Tanzania. Hoy en día se fabrican piedras sintéticas muy similares a las naturales, aunque bien es verdad que su uso es más en el sector industrial y relojero que en el de la joyería.
Ha sido desde siempre una de las piedras favoritas de cardenales, papas y reyes. Es piedra de liderazgo y poder, de inteligencia y confianza personal. Se la une a la riqueza y al éxito tanto como  al coraje y a la fertilidad.  Nos aporta también la fuerza de voluntad y la claridad de mente, ambos valores muy necesarios para nuestra vida diaria y cotidiana.